Los valores de un
emprendedor
Un emprendedor es aquel que tiene decisión e iniciativa para
realizar acciones que son difíciles o entrañan algún riesgo. Pero a su vez se presentan
diversos valores como la pasión, la visión,
la capacidad de aprendizaje, la creatividad e innovación, la autoestima y confianza en uno mismo, la asertividad
y organización de cronograma entre otros valores por lo general estos son los más
básicos a tener en cuenta
Para entender mayor los valores que debe tener o portar un emprendedor se explicaran a
continuación:
Pasión: Los emprendedores se entregan a su actividad con
cuerpo y alma para lograr las metas y objetivos trazados. La pasión es un
componente esencial que orienta otras conductas, y hace sobrevivir
al sacrificio que requiere la empresa.
Visión: Para
alcanzar el éxito cada emprendedor necesita
un plan y la visualización de los objetivos finales. El trabajo comienza
definiendo los pasos estratégicos que lo llevará a alcanzar los
resultados. Además a partir del establecimiento de las
metas, se gana una perspectiva más clara de cuáles son las prioridades
inmediatas y necesidades en el presente.
Capacidad de aprendizaje.-
Los emprendedores exitosos reconocen que están
aprendiendo siempre y que pueden aprender de todos cada día. No estar dispuesto
a escuchar y a aprender, es negarse muchas oportunidades.
Creatividad e innovación- La creatividad es el proceso por medio del
cual las ideas son generadas, desarrolladas y transformadas en valor agregado.
No es necesario inventar lo que ya esta inventado, pero si es necesario
identificar nuevas posibilidades de hacer las cosas y garantizar diferenciación
Autoestima y
confianza en uno mismo: El emprendedor es optimista y seguro. De
tener confianza en uno mismo y en las propias habilidades y capacidades surge
el poder mágico de ser positivo y atraer el éxito.
Asertividad y organización
de cronograma: No dar rodeos e ir directo al grano para manifestar lo que
se piensa, siente y quiere sin lastimar a los demás es una característica
básica para poder alcanzar los objetivos trazados.
Establecer un cronograma de actividades que se programa con la
capacidad de recibir ajustes permanentes.